domingo, 10 de octubre de 2010

Experimento diez

Un fantasma flotando en mi ventana me está leyendo el futuro en su calabaza de cristal, interpreta las telarañas que ve y predice mi final, el día en que me volveré un fantasma y andaré leyendo a seres humanos solitarios, su sombrío futuro con otra calabaza de cristal.

Experimento nueve

Océano sucio ofrece una sirena de recompensa a quien le ayude a deshacerse de la basura que le entró en el corazón.

sábado, 9 de octubre de 2010

Experimento ocho

Se cansó de lo que hacía. Un día no resistió más y preso de ira, rompió su vida lanzando una piedra al espejo, los pedazos de rutina son más filosos que el vidrio, así que había que tener cuidado. Corrió libre y se dedicó a lo que siempre había querido hacer: Interpretar silencios y traducirlos en caricias.

viernes, 8 de octubre de 2010

Experimento siete

Era una mariposa extraña, a veces se apagaba y sus alas se volvían monocromáticas. Otras veces de sus alas brotaban colores tan vivos que encegecían. Hoy decidió suicidarse encerrada en la privacidad de su pupa.

martes, 5 de octubre de 2010

Experimento seis

Ella contempló apesadumbrada la gran montaña que tenía ante sí para escalar, se veía más alta desde abajo, y llovía profusamente. Quizá no podría alcanzar la cima. Él le regaló un paraguas multicolor y una sonrisa... cuando ella lo abrió, el sol se asomó, el arcoiris salió y los colores del paraguas se mezclaron con los del arcoíris, llevándola rápidamente más alto que la montañana misma, a un cielo de guitarras y cervezas irlandesas.

Experimento cinco

Pensó en ella y sus dientes cruzaron altas montañas, llenas de nieve, amplios valles con caudalosos ríos, verdes campos bordados de flores... un ancho mar lleno de vida y pececitos de colores, buscando esos pequeños labios rojos para dar un suave mordisco. Ella sintió un corrientazo en el corazón.

Experimento cuatro

Cuando empezó a correr sentía una suave brisa sobre su nariz, y mientras más rápido corría, más viento lo acariciaba. Era como tener mil manos suaves y frías sobre su cuerpo. Cuando hubo alcanzado su máxima velocidad esas manos empezaron a sostenerlo y, majestuoso, elevó su nariz en dirección al sol. Dentro de sí llevaba un poético soñador.

Experimento tres

Cuando abrió el inesperado libro encontró ante sí un nuevo universo de papel, dinámico y hermoso. Lo calentó un ardiente sol de espuma, delineado por unas manos mágicas, hechas de estrellas pálidas de firmamento nocturno, y blancas como un claro de luna. Unas manitos frías que dibujaron un sol, ardiente e inocente con trazos cándidos e infantiles.

Experimento dos

La cortina se abrió repentina y dejó pasar una oleada de luz solar, que iluminó la violenta tormenta de dientes de león que tenía sobre sí, solitario en su habitación. Lo siguiente que vio fue un arcoíris verde menta, verde manzana, verde azulado...

Experimento uno

Se había enamorado de un cantante sin rostro, preso de la ausencia de luz del coro. Había logrado aislar su voz de entre las demás, y a partir de ella deducía cómo su rostro era. Para seguirlo amando, era necesario que el cantante principal continuara su acto...