Ella contempló apesadumbrada la gran montaña que tenía ante sí para escalar, se veía más alta desde abajo, y llovía profusamente. Quizá no podría alcanzar la cima. Él le regaló un paraguas multicolor y una sonrisa... cuando ella lo abrió, el sol se asomó, el arcoiris salió y los colores del paraguas se mezclaron con los del arcoíris, llevándola rápidamente más alto que la montañana misma, a un cielo de guitarras y cervezas irlandesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario