miércoles, 10 de noviembre de 2010

Experimento quince

El soñador contemplaba embelesado la habitual y violenta batalla en el firmamento. Su aliado, el color azul, arremetía contra el gris, en un intento por por permitir que un rayo de sol ilumine sus ojos y caliente su rostro. El color gris se defendía con su escudo, en búsqueda de enjuagar con lluvia la sal de las lágrimas en las mejillas del soñador, secas ya por el viento, juez y parte de la batalla de colores que se libra eterna, mágica e inadvertida.

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